Y no me refiero a hojear el periódico cada mañana mientras se toma un café. Hablo de devorar conocimientos.
¿Sabía que el estadounidense medio sólo lee un libro al año? Compárelo con el hecho de que el CEO medio lee de cuatro a cinco libros al mes.
Algunos de los líderes más exitosos de la historia leían un libro cada día. Se rumorea que Teddy Roosevelt leía dos libros al día. Abraham Lincoln sólo recibió un año de educación formal, pero atribuyó su éxito a su apetito por la lectura.
Esta es la conclusión:
Si eres un líder y no eres un ávido lector, estás atrasado.
Los estudios demuestran que los lectores activos suelen tener unos ingresos anuales más de cinco veces superiores a los de quienes dedican poco o ningún tiempo a la lectura.
¿He captado ya su atención?
Para ser un gran líder, es absolutamente necesario ser un gran lector. He aquí por qué:
Me encanta esta cita del Dr. Seuss: «Cuanto más leas, más cosas sabrás. Cuanto más aprendas, a más lugares llegarás».
Los grandes líderes son como esponjas en lo que se refiere a la adquisición de conocimientos, el desarrollo de nuevas habilidades y el perfeccionamiento constante de las competencias existentes. Los mejores líderes que conozco son lectores prolíficos.
Ahora bien, hay muchas formas de aprender: la observación, la experiencia, la formación, las interacciones relacionales, etcétera. Pero soy un gran admirador del desarrollo personal y profesional que se obtiene de la lectura a la antigua usanza.
Hay una sencilla razón: ¡funciona!
John Maxwell lo expresa de esta manera: «No sé tú, pero yo sigo aprendiendo. Es más, el día que deje de leer, el día que deje de aprender, ese será el día que deje de liderar, y probablemente el día que deje de respirar».
Un líder que no tiene una postura de aprendizaje está en declive. ¿Cómo puedes esperar hacer crecer una organización si tú mismo no estás creciendo?
En lo que respecta al tema del aprendizaje, he observado que en general hay 3 tipos de personas:
Lo que distingue a los miembros de un grupo de los de los demás rara vez tiene que ver con el intelecto, la riqueza, el pedigrí social, la posición profesional u otras actividades similares.
Todo tiene que ver con el deseo y la pasión por aprender.
Si quieres mejorar tu posición en la vida, así como la de los que te rodean, mi recomendación es sencilla: ¡lee más!