Suscríbete a nuestro Boletín y recibe el contenido que te interesa en tu correo electrónico.
¡Regístrate gratis! | Ingresa a tu cuenta
15-Nov-23

Compartir

5 comportamientos típicos de los líderes tóxicos que todo networker debe evitar

 

Seamos honestos, todos nos hemos cruzado en algún momento con un líder tóxico en nuestras carreras. Desafortunadamente, si bien algunos líderes tóxicos ni siquiera se molestan en ocultar su comportamiento, otros saben muy bien cómo ocultar su verdadero yo detrás de una fachada de fortaleza. Este último tipo de líder es el más peligroso de los dos.

Son ellos a quienes se ve gestionando bien el equipo ejecutivo y que juegan la carta de «Me preocupo por mi personal y su bienestar». Los que actúan como si fueran todos justos, pero detrás de puertas cerradas, cuando nadie mira, se quitan la máscara y salen sus garras.

Aquí es donde menosprecian a su personal, les imponen exigencias injustas y esperan que su personal se incline ante ellos como si ellos mismos fueran un regalo de Dios para el mundo.

Tuve dos líderes de este tipo, uno que te enviaba mensajes cuando tenías el estado «Ocupado» en Teams para preguntarte si «realmente estaba ocupada» o, si la naturaleza te llamaba, ¡cronometraba cuánto tiempo tardabas en ir al baño!

Otro me preguntó por qué tomé una licencia cuando un miembro de la familia estaba extremadamente enfermo y en cuidados intensivos. Su argumento fue: «Mi asistente personal tiene un padre enfermo y todavía viene a trabajar».

Sí, ¿cómo me atrevo a no venir a trabajar cuando mi familiar está luchando por su vida? No puedo imaginar nada mejor que venir a trabajar en ese momento.

Muchos líderes tóxicos, como los dos anteriores, a menudo comparten los mismos rasgos dañinos comunes, lo que hace que sea fácil identificarlos en el lugar de trabajo y en cualquier otro tipo de organización de trabajo, como en las redes de mercadeo.

A continuación presentamos las 5 características más comunes de esos líderes tóxicos, frente a las cuales deberías estar atento para no ser tú mismo un líder tóxico.

1. Falta de empatía

No es de extrañar que la mayoría de los líderes tóxicos tengan una grave falta de empatía hacia su personal y sus compañeros de equipo. Estos miembros del personal suelen ser los que tienen que informarles, no a quienes ellos tienen que informar. Rara vez consideran los desafíos y preocupaciones personales de aquellos a quienes dirigen, lo que hace que los empleados y demás coequiperos se sientan infravalorados y sin apoyo.

2. Juegan al favoritismo

Los líderes tóxicos sólo se preocupan por lo que obtienen de los demás. Esto significa que sólo se preocupan por gestionar para aquellos que se encuentran en el nivel superior de liderazgo ejecutivo. ¿Por qué? Bueno, porque ¿Quién más les va a dar un lindo aumento salarial o a ascenderlos?

No les importa en absoluto el personal o las personas que están en sus líneas descendentes o en rangos inferiores. Este favoritismo puede generar resentimiento y conflicto dentro de sus equipos y erosionar la confianza en el liderazgo.

3. Microgestión

Los líderes tóxicos, en la mayoría de los casos, microgestionan sus equipos, mostrando una falta de confianza en las capacidades de sus empleados. Tomemos el ejemplo anterior sobre cuánto tiempo pasan los miembros del personal en el baño o el hecho de observar el estado de sus equipos en línea como un halcón.

Lo cual, por cierto, muestra que tú, como líder, no debes tener nada mejor que hacer con tu día. Desafortunadamente, ese comportamiento hacia el personal y compañeros de equipo sólo sofoca su creatividad pero también crea una atmósfera de ansiedad entre los miembros del equipo.

«Los grandes líderes están dispuestos a sacrificar números para salvar al pueblo. Los líderes pobres sacrifican al pueblo para salvar los números». – Simón Sinek

4. Resistencia a la retroalimentación y las críticas

Los buenos líderes están abiertos a la retroalimentación y buscan activamente oportunidades de mejora. Los líderes tóxicos, sin embargo, se resisten a la retroalimentación y ven cualquier crítica como una amenaza a su autoridad. Este enfoque de mente cerrada frena la oportunidad de crecimiento e innovación del equipo.

5. Comportamiento inconsistente

El liderazgo inconsistente es otro rasgo común de los líderes tóxicos. Los líderes tóxicos muestran un comportamiento errático y quedan atrapados en cosas que tienen muy poca importancia o no tienen importancia alguna. Tomemos como ejemplo al mismo líder que mencioné en mis ejemplos anteriores, que se obsesionó con las firmas de correo electrónico.

Como la mayoría de ustedes sabrá, cuando trabajan en la misma organización, todos tienen la misma marca en sus firmas de correo electrónico. No es ciencia espacial, ¿verdad? Sin embargo, para este líder tóxico en particular, el tema de las firmas de correo electrónico era especialmente preocupante.

Incluso después de que le dijimos a este líder que todos tenemos firmas de correo electrónico idénticas en toda la organización, el quería que llamáramos a varias áreas de trabajo y les preguntáramos qué tenían en su firma de correo electrónico.

Cuando dijimos que esto no tendría ningún valor, dado que todas las áreas de la misma organización tienen la MISMA marca de firma de correo electrónico, el líder se volvió errático. Un comportamiento como este sólo amplifica la falta de competencia de dicho líder y sólo genera discordia en el equipo.

Si trabajas en una organización con un líder que muestra tales comportamientos, el mejor consejo que puedo darte es que salgas de allí. No esperes a que «cambien» o a que «las cosas mejoren». Los líderes tóxicos rara vez cambian sus comportamientos.

Claro, es posible que estos líderes reciban una advertencia o, si tienes suerte, finalmente sean cambiados por otros líderes. Aún así, desafortunadamente, hay muchos casos en los que, incluso con las muchas quejas sobre el líder tóxico en cuestión, todavía andan por ahí y continúan comportándose de esa manera.

Para tu bienestar y salud mental, si tienes un líder que muestra alguno de los rasgos tóxicos mencionados anteriormente, es hora de buscar otro tipo de liderazgo para el trabajo y la acción.