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24-Sep-21

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¿Por qué no debes hacer solamente lo que te gusta para crecer en tu profesión? Por Mario Rodríguez Padrés

Aquellas cosas que no nos gustan hacer parte del currículo de nuestra gran profesión que es la vida. No deberíamos temerles, antes bien, deberíamos ejercitarnos en ellas para obtener de estas todo el valor que nos ofrecen.

 

Una de las herramientas que el networker y líder latinoamericano Mario Rodríguez Padrés nos muestra en su libro El libro rojo del mercadeo en red es el gustómetro. El gustómetro nos sirve para poner en contexto nuestros gustos y nuestras necesidades.

El gustómetro, que es una medición de lo que nos gusta y de lo que no nos gusta, también tiene que ser comparado no solo con lo que nos gusta y lo que no sino también nuestras aspiraciones. Podemos asignarle una calificación positiva o negativa a un determinado interés o actividad y al mismo tiempo podemos ponerle una calificación a una necesidad o a una aspiración.

¿Para que sirve el gustómetro? ¿Para que nos sirve el ejercicio de asignar calificaciones a nuestros gustos y a nuestras necesidades. Esto nos sirve para poner en contexto aquello que deseamos y lo que no deseamos, las circunstancias propias de la vida y nuestros problemas. Supongamos que estamos en una situación de vida o muerte, un amigo o familiar nuestro requiere nuestra ayuda, requiere que le demos dinero para una operación médica vital y supongamos que la solución es comenzar a vender los productos de una compañía en el mercado. ¿Qué calificación le daríamos a esa necesidad financiera y qué calificación le daríamos al gusto que sentimos o no por la actividad de vender? Pueda que el gusto que sentimos por la actividad de vender sea mínimo, pero si la necesidad es urgente y tiene una calificación mucho más alta esto debería servirnos para poder poner en perspectiva esa tarea y para decidirnos a hacerla.

La vida y los negocios son como una carrera profesional, hay asignaturas que nos gustan y hay asignaturas que no nos gustan. Las cosas que nos gustan son aquellas que haremos con mayor naturalidad, sin ningún tipo de esfuerzo. Sin embargo, aquellas cosas que no nos gustan, que no nos apetecen para nada también pueden ser muy necesarias y sobre todo útiles para nuestro desarrollo personal y nuestro crecimiento.

Algo de lo que deberíamos ser conscientes es que por lo general las cosas que aportan valor agregado en alto nivel no son precisamente fáciles, cuesta hacerlas, no nos gustan, pero si desarrollamos el hábito de ejecutarlas una y otra vez, si aprendemos y nos especializamos en ellas podremos obtener grandes resultados y un muy alto valor agregado por cuenta de nuestro trabajo. Así que vale la pena poner empeño en todas aquellas cosas que nos conducen a nuestros objetivos, especialmente si no nos gustan porque su potencial de beneficios es muy alto.