*El siguiente artículo fue escrito por Kim Kiyosaki y apareció originalmente en el blog Rich Dad.
Aproximadamente 25 millones de mujeres en los Estados Unidos viven por debajo del umbral de la pobreza. Y si vives de mes en mes, no estás tan lejos de perder tu casa, todas tus posesiones y tu dignidad.
Solo se necesita una pérdida inesperada de trabajo, facturas médicas extensas u otra emergencia para acabar con tus ahorros y todo lo que tienes.
Así que ahora, es hora de la honestidad para las mujeres, incluso si no les gusta la respuesta. ¿Alguna de estas afirmaciones te suena familiar ?
Si es así, no estás sola. Estas son elecciones comunes que hacen las mujeres. Pero si no tomas los asuntos financieros en tus propias manos, no tendrás ningún control sobre el resultado que deseas; esencialmente, la pobreza está llamando a tu puerta, y probablemente puedes despedirte de tus sueños de un futuro financiero seguro.
La buena noticia es que lograr la libertad financiera no es ciencia espacial: puedes tomar el control de tu situación, sin importar cuál sea, y disfrutar de las muchas ventajas de la libertad financiera. Ya sea que decidas seguir tu pasión y construir tu propio negocio, involucrarte en inversiones inmobiliarias o invertir en materias primas como el oro y la plata, ¡el mundo está a tu alcance!
La libertad financiera es mucho más que tener dinero. Es la libertad de ser quien realmente eres y hacer lo que realmente quieres en la vida. Se trata de seguir tu pasión, tomar decisiones que no estén influenciadas por tu cuenta bancaria y vivir la vida según tus términos.
Muchos de nosotros, especialmente las mujeres, perdemos de vista quiénes alguna vez quisimos ser, porque estamos muy ocupadas poniendo a los demás primero. A medida que desempeñamos los diversos roles de padre, madre, cónyuge, empleada, amiga y más, vemos cómo nuestros sueños se desvanecen. Incluso si encuentras estos roles gratificantes, todavía puede haber una base subyacente de resentimiento que te deja preguntándote qué pasaría si hicieras otra cosa.
Si quieres ser financieramente libre, debes convertirte en una persona diferente a la que eres hoy y dejar de lado todo lo que te haya retenido en el pasado. Es un proceso de crecimiento, mejora y obtención de fortaleza espiritual y emocional. En otras palabras, cualquier cosa que te haya retenido en el pasado o te haya hecho menos de lo que realmente eres, tendrá que desaparecer. Y a cambio, emergerá el poderoso, feliz, juguetón y brillante tú, como una mariposa que se despoja de su capullo.
Hablando con mujeres de todo el mundo, parece haber cuatro categorías en las que las mujeres caen cuando se trata de ellas y su dinero. Están:
Si esto se configurara como un cuadrante, el cuadrante de la mujer rica, se vería así:
Cómoda = Cuando tu vida financiera está funcionando. Cuando puedes dormir toda la noche sin preocuparte por las facturas que debe pagar
Incómoda = Cuando estás estresada, mucho, por tu situación económica. Pierdes el sueño por eso. Peleas con tu pareja por eso. No estás donde quieres estar.
Dependiente = Cuando alguien que no eres tú te está manteniendo económicamente. Este puede ser tu esposo o pareja, tus padres, el gobierno a través de programas sociales y médicos o la empresa para la que trabajas. Aquí está la prueba de fuego: si esta persona u organización desapareciera, ¿te encontrarías en dificultades financieras?
Independiente = Tienes el control total de tu vida financiera. No importa, financieramente (emocionalmente es otra cosa), si tu pareja, familia, programas gubernamentales o tu trabajo o negocio desaparecieran, estarías bien financieramente.
“Para superar tus miedos y perseguir tus sueños, debes ir más allá de tu zona de confort”.
Desde mi punto de vista, hay tres funciones clave que el miedo desempeña en el camino de una mujer hacia el éxito:
Cuando te das cuenta de que estás en un punto de decisión y que tú, y no el miedo, tienes el control, puedes elegir caminar hacia tu miedo y descubrir qué hay al otro lado.
Si quieres crecer para ser más de lo que eres, necesitas un poco de miedo para sacudir las cosas y ponerte en un camino diferente. Afortunadamente, es emocionante cuando esto sucede, si estás dispuesto a aceptarlo. ¿La mejor parte? Cuanto más creces, más amplios se vuelven tus horizontes y es menos probable que vuelvas a los viejos hábitos.
El miedo crea un punto de decisión. Dado el hecho de que el miedo es incómodo, nadie quiere quedarse atrapado en él. Cuando sientes miedo, sabes que debes tomar una decisión. O superarás el miedo y lograrás más de lo que esperabas, o retrocederás y volverás a lo que es cómodo. En cualquier caso, el miedo te obliga a tomar una decisión. La buena noticia es que si comprendes la dinámica del miedo, tienes poder sobre él.
El miedo te impulsa a donde pensabas que no podías ir:
Por naturaleza, somos criaturas de comodidad. El viejo adagio que reza “atrapados en una rutina” se refiere a cómo los ciervos tomarán el mismo camino hacia el agua del bosque una y otra vez, creando una rutina a lo largo de los años. Nunca toman un camino diferente porque la rutina funciona bien para ellos. Pero si llegan a creer que ese camino ahora es peligroso, encontrarán un nuevo camino. De la misma manera, a menudo nos quedamos atrapados en la rutina de la seguridad y la protección. Cuando esto sucede, no cambiamos y no crecemos. Más bien, nos atrofiamos.
El miedo te hace sentir vivo. Thea Jourdan, escribiendo para “Netdoctor”, comparte algunos de los beneficios del miedo: “El miedo en realidad tiene un profundo efecto fisiológico en el cuerpo, que evolucionó para ayudarnos en una situación de ‘lucha o huida’”.
“En los primeros segundos, los niveles de adrenalina se disparan, lo que conduce a un estado de mayor alerta y los músculos se preparan para la acción inmediata”, explica la Dra. Louise Selby, médico de cabecera con sede en Guildford, Surrey. “El latido del corazón y el ritmo de la respiración se aceleran. Tan pronto como el miedo disminuye, lo reemplaza una sensación de poder y euforia, que puede ser adictiva”. En las condiciones adecuadas, el miedo te hace sentir más vivo. La sensación de logro que surge después de enfrentar tu miedo es insustituible y te prepara aún más para enfrentar tu próximo desafío. ¡Realmente es adictivo!
1. Crea un plan. Mientras que algunas personas siguen con sus vidas sin mayores preocupaciones, la mayoría de los demás necesitan tener un plan detallado para hacer un cambio importante en la vida. Comienza por establecer objetivos claros y luego crea una estrategia detallada sobre cómo lograrás esos objetivos. Entonces, y aquí está el truco, debes tomar medidas.
Comienza con un paso fácil: tal vez sea inscribirte en una clase de inversión gratuita si tu sueño es poseer una propiedad de alquiler pero no sabes cómo lograrlo. Una vez que cruzas algo, ¡cualquier cosa! – fuera de tu abrumadora lista de tareas pendientes, te sentirás aliviado. Obtendrás algo de tracción, y ese impulso te entusiasmará para abordar el siguiente elemento de tu lista.
Si realmente estás trabajando en algo que te apasiona, te sentirás fortalecido por el progreso que estás logrando cada día.
2. Mira el miedo a los ojos. Si has estado viviendo la vida justo en el centro de tu zona de confort, entonces te estás perdiendo todo un mundo de oportunidades. Ya sea dando un paseo en globo aerostático, preparando una cena de cinco platos o simplemente tomando una ruta diferente a la oficina, es emocionante salir de la caja en la que estás atrapado. Una vez que hayas conquistado tareas en ese sentido, Será más fácil abordar otros miedos. Estar un poco incómodo está bien, y el coraje que obtienes de la experiencia te ayudará a derribar futuras barreras.
3. Adopta un mantra. Si te das cuenta de que retrocedes en tus sueños porque tu crítico interno planta constantemente semillas de negatividad y duda, es útil encontrar formas de bloquear ese ruido. Lee libros o blogs inspiradores de empresarios exitosos que surgieron de la nada, practica meditaciones guiadas que transmitan mensajes poderosamente positivos, repite mantras o afirmaciones a lo largo del día (o escríbelas en notas adhesivas y colócalas en varios lugares alrededor de tu hogar y oficina), o echa un vistazo a estas citas inspiradoras para ayudarte a superar el miedo al fracaso. Tu mente es poderosa.
Dondequiera que miro, veo innumerables oportunidades disponibles para aspirantes a inversionistas y empresarios, y tú, sí, TÚ, mereces capitalizarlas. Recuerda, está bien fallar, siempre y cuando falles hacia adelante. Hazte cargo, hoy, trabajando en los tres pasos descritos anteriormente para superar el miedo o aceptar el miedo (siéntete libre de experimentar con ambos y ver cuál funciona mejor para ti; también puede depender de la situación) y mira a dónde te lleva durante los próximos meses.