*El presente artículo fue escrito por Randy Gage y fue publicado originalmente en su blog.
Hay una verdad fundamental para el crecimiento, el desarrollo y la evolución. Es una verdad que subyace en casi todos los aspectos de tu viaje a la iluminación, y determina si tendrás éxito o fracasarás. Y esa verdad es esta:
Tu fuerza está determinada por las adversidades que estás dispuesto(a) a afrontar.
Así como lo has escuchado y leído: La fuerza viene de la adversidad. Esto es cierto si estamos hablando de entrenamiento atlético, tu carrera, u otros aspectos de tu vida, la ocupación o la profesión a la que te dediques no hace la diferencia aquí.
Siempre que enfrentas una adversidad están construyendo tu resiliencia y tu confianza interna, enfrentar la adversidad es un proceso que no deberías evitar justamente por la razón de que esta trae crecimiento a tu vida y te ayuda a realizar la mejor versión de ti mismo, porque la victoria nace del fracaso.
El fracaso nunca es la derrota final a menos que lo aceptes como tal, a menos que te rindas de manera definitiva y decidas que vas a dejar de luchar. Pero si estás comprometido con aprender y crecer a partir del fracaso, de los desafíos, obstáculos y cosas que no siempre van de la manera que deseas, emergerás más fuerte, más sabio y siendo mejor. En una posición superior para lograr tus metas y sueños.
Todo eso suena duro, suena a algo difícil, a algo que no nos gusta a hacer. Sin embargo, no hay otra manera, no tiene porque ser agradable, al menos no del todo, pero tampoco tiene que representar una fuente de extremo sufrimiento. Y es que entre más te resistas a enfrentar tus dificultades más sufrirás. La forma correcta de superar ese dolor y ese sufrimiento es aceptándolo con todas sus posibilidades, intentando aprender de cada dificultad y así la adversidad tiene una gran oportunidad de convertirse en una fuente de alegría y crecimiento para ti.
Así que haz un inventario rápido…
Si no has tenido un gran fracaso en tu vida, es mejor llegar a el rápidamente. Porque la gente sin un fracaso espectacular en su currículum, es aquella que lleva una vida llena de mediocridad. La mejor forma de pasar a la acción y obtener algún grado de fracaso y adversidad es emprendiendo nuevos proyectos, nuevas cosas, tienes que salir de tu zona de confort y empezar a pensar en qué aspectos de tu vida te gustaría mejorar y crecer.
¿Deseas mejorar en tus finanzas y aumentar tus recursos materiales? Entonces empieza un nuevo negocio, invierte en activos, investiga sobre oportunidades de aumentar tus ingresos de forma legítima y pasa hoy mismo a la acción.
En otros casos, si deseas mejorar tu aspecto físico, qué tal si comienzas a hacer ejercicio, a sentir el dolor de los días de gimnasio y el cansancio por la dura actividad física. Recuerda que son los sufrimientos y las adversidades la que te constituyen como una nueva persona, como una persona más fuerte.
¿Quieres crecer a nivel profesional? Bueno, aquí tienes otra opción, empieza a estudiar, inscríbete en esa especialización o esa maestría, aprende un nuevo idioma, asiste a ese seminario o a esa capacitación de la que tanto deseabas aprender. Recuerda que nunca es tarde para empezar a aprender un nuevo talento o una nueva habilidad.
Aquellos que están dispuestos a hacer frente a la dificultad son en última instancia los que alcanzan los logros. Ellos son los audaces, atrevidos, y épicos, son personas que buscan ir más allá de lo que la sociedad cree que debe ser la norma y el estándar de crecimiento. Y tú ¿Estás dispuesto a romper los esquemas, a ir por más, a empezar cosas nuevas?
Tu próximo gran avance está ahí, en el borde de tu zona de confort. ¿Estás listo para perseguir esos nuevos desarrollos y ser una nueva y mejor versión de ti mismo?