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18-May-22

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3 PASOS fundamentales para ser disciplinado, por Jim Rohn

Jim Rohn es uno de los pensadores y conferencistas más respetados en el mundo del desarrollo personal y la autoayuda. Fue el inspirador de grandes motivadores de la actualidad como Tonny Robbins, Less Brown, Bryan Tracy, entre otros.

La disciplina es un rasgo característico de los grandes líderes, de manera que aprender sobre cómo ser disciplinado es uno de los grandes objetivos de muchos líderes empresariales de hoy. Jim Rohn expone sabiamente sobre tres pasos fundamentales que debemos tener en cuenta cuando queremos hacer de la disciplina algo arraigado en nuestras vidas. Veamos lo que nos dice sobre esta importante cualidad.

1. Es necesario comprender que la disciplina no es algo fácil

La verdadera disciplina no es fácil. Es más fácil no hacer nada, es más fácil hacer simplemente lo necesario que hacerlo todo. No importa lo que suceda, el sistema está diseñado para hacer que las cosas fáciles no sean lucrativas, mientras que las cosas difíciles generan grandes resultados y rendimientos. Encender el televisor y dejar las tareas a un lado siempre será algo fácil, pero lo difícil es tomar acción frente a las tareas que requieren de nuestra atención y de nuestro esfuerzo.

Es difícil hacer las tareas, pero si nos atrevemos a pagar el esfuerzo de lo difícil hoy, encontraremos las recompensas en el largo plazo. En cambio, para los que deciden no tomar acción hoy y entregarse a las cosas fáciles, es muy probable que se encuentren frente al pesar en el futuro. Estas personas se encontrarán en una situación en donde lamentarán no haber emprendido las acciones difíciles. Muchos de ellos dirán: “Si hubiera hecho esto, o lo otro, entonces no me encontraría en esta situación complicada hoy, o en esta situación de carencia”.

En cualquier situación en la que nos encontremos siempre estamos abocados a una decisión: Hacer las cosas fáciles o elegir el camino difícil y de la disciplina y del esfuerzo. Tomar la decisión correcta nos llevará a aquellos resultados de logro y satisfacción que tanto deseamos.

2. La disciplina debe ser una actividad de tiempo constante

La disciplina debe ser una actividad constante, es algo que no se detiene. La disciplina que se requiere para tender la cama todas las mañanas es la misma disciplina que se requiere para tener éxito en todas las circunstancias de nuestra vida. El tiempo y la acción constante es algo que marca y define lo que en realidad es una persona disciplinada.

Si estamos dispuestos a tomarnos la libertad de ser disciplinados en una cosa y en otra no, entonces la actividad en la que no somos disciplinados hará estragos en nuestros prospectos de éxito. La constancia no puede ser algo inconstante. La disciplina es la mente entrenada para controlar nuestras vidas. La disciplina es una serie de normas que hemos seleccionado como nuestro código de vida y es nuestra disposición a seguir esas normas. Una vez que hemos seleccionado estas normas, entonces estamos obligados a seguirlas y si no lo hacemos, entonces no hay una actividad disciplinada.

En muchas ocasiones nos encontramos a nosotros mismos pregonando ante los demás nuestras normas y hablando de lo disciplinado que somos. Sin embargo, en la realidad algunas personas no son consecuentes con estas palabras y afirmaciones. Esto nos lleva a una pérdida importante de credibilidad ante los demás. Todo esto se debe a una falta de confianza en nosotros mismos.

Para ser consecuentes con esa constancia es preciso que tengamos presente lo fundamental que es la disciplina en nuestras vidas. Muchas personas no son coherentes con sus propias normas y las viven cambiando de un día para otro, esto es lo que constituye la falta de disciplina y lleva a resultados dispares en cada una de sus acciones y proyectos de vida.

3. Debes tener en cuenta que por cada esfuerzo disciplinado hay una recompensa múltiple

Esta es una de las grandes disposiciones de la vida y es una extensión de la regla de la siembra y la cosecha. Todos nosotros inevitablemente cosecharemos por los esfuerzos que hayamos sembrado. Ahora, la parte extraordinaria de la ley de sembrar y cosechar es que cosecharemos mucho más de lo que hayamos sembrado. Esta es una de las leyes que vale la pena estudiar y comprender para tener éxito en la vida. Cada acción de esfuerzo y trabajo concienzudo tiene el potencial de devolvernos en sobreabundancia. Por ejemplo, si presto un servicio extraordinario, se multiplicará la recompensa que obtenemos. Pero todo lo valioso requiere disciplina. No basta con hacer las cosas una sola vez. De la misma manera que una gran cosecha requiere atención diaria para producir frutos abundantes, cada uno de nuestros comportamientos y acciones en el mundo de los negocios requieren de una actitud disciplinada para que estos se traduzcan en un éxito multiplicado.

Se necesita disciplina para cambiar un hábito. Los hábitos son como cables indomables que únicamente una actitud disciplinada a largo plazo puede cambiar. Debemos trabajar de manera consecuente a largo plazo para vencer los malos hábitos y estar dispuestos a mantenernos en el camino de la acción disciplinada para tener realmente éxito en nuestros proyectos.

Se necesita de una atención disciplinada para cambiar los malos hábitos o las actitudes de disciplina indeseada.

¿Qué actitudes disciplinadas deberíamos adquirir?

Son muchas las actitudes disciplinadas que podemos tomar hoy para mejorar nuestro nivel de éxito. Algunas de estas son: Leer un nuevo libro, mandar un mensaje de gratitud a nuestros amigos y contactos, pagar a tiempo nuestros impuestos, pagarnos a nosotros mismos, invertir, desarrollar hábitos de crecimiento, amabilidad y escucha. Por cada una de estas acciones, desarrolladas de forma disciplinada, una gran recompensa múltiple nos está esperando al final del camino.

La vida se basa en estas leyes. Todo tiene un precio. Si descuidamos nuestra disciplina, tendremos que pagar un precio por ello. Sin la disciplina de prestar atención, entonces pagaremos un precio. Muchas veces damos las cosas por sentado, esto se llama la ley de la familiaridad y frecuentemente lleva a que las personas se relajen en sus esfuerzos y abandonen la disciplina pertinente que los convierte en grandes líderes y actores de grandes resultados.

La falta de disciplina en pequeñas cosas puede en muchas ocasiones llevarnos a una falta de disciplina en las grandes cosas. Es por esto que debemos estar atentos y cuidar de la acción disciplinada. No se puede mantener en orden una empresa si no empezamos a mantener en orden nuestro escritorio y nuestra sala de reuniones. Una persona no puede ser paciente con sus distribuidores si primero no ha aprendido a ser paciente con sus hijos y los demás miembros de su familia.

En pocas palabras, la disciplina es un arte y una forma de vida. Es preciso prestar atención, tener constancia, valorar los resultados que podemos obtener mediante el esfuerzo y por supuesto, tener siempre en mente que la acción disciplinada y constante tiene como meta la recompensa múltiple.

En el siguiente audio doblado al español, Jim Rohn nos expone estos elementos clásicos sobre el valor de la acción disciplinada y profundiza en cómo esta nos puede llevar al éxito en el largo plazo. Escúchalo atentamente y no olvides compartirlo para que más personas se beneficien de esta capacitación.