*El siguiente artículo fue escrito por Mark Cole y fue publicado originalmente en el blog de John C. Maxwell.
¿Creo lo mejor de los demás? ¿Siempre pienso bien todos y trato de ver las personas siempre lo más positivo?
Esta es una pregunta que me he estado haciendo mucho últimamente. Porque creer lo mejor de los demás no es algo que se deba asumir de forma espontánea; debe ser intencional al verificar la lente a través de la cual estás mirando cuando ves a otros. En otras palabras debe ser una actitud creas cada día, una posición en la que te pones a ti mismo.
John Maxwell enseña un ejercicio simple para ayudar a cultivar la práctica de valorar a las personas: “ponles un 10 en la cabeza”. Lo que quiere decir con esto es que le des a cada persona una puntuación de 10 cuando las conozcas (¡en una escala del 1 al 10, por supuesto!).
Al poner un 10 en su cabeza, te encontrarás creyendo lo mejor de esa persona. Puedes imaginar cuán drásticamente cambia esto la interacción. Pero, de nuevo, esto no sucede por accidente. Creer lo mejor en los demás requiere intencionalidad.
Lo más probable es que yo no conozca personalmente a la mayoría de ustedes que están leyendo esta publicación. Pero si pudiera atravesar esta pantalla hoy y conocerte, una de las primeras cosas que diría es: “Creo en ti”. Si eso sucediera, es posible que me mires como si estuviera loco porque aún no te conozco. Pero esto es lo que sí sé: todas las personas tienen valor y todos tienen el potencial de ofrecer valor a los demás.
¡Es por eso que me levanto todas las mañanas emocionado para ir a trabajar! La misión de ver el valor en personas como tú, ayudarte a descubrir ese valor y luego animarte a vivirlo.
Déjame tratar de simplificar esto… Cree en lo mejor de todas las personas, de todas.
Todo el mundo quiere que su vida importe. Todo el mundo quiere sentirse importante. Por eso es tan importante lo que dijo el autor George M. Adams hace muchos años: “Hay puntos altos en todas nuestras vidas y la mayoría de ellos se han producido gracias al aliento de otra persona”.
Cuando crees en lo mejor de las personas y luego comunicas esa creencia, las preparas para el éxito.
Mi amigo, tú tienes valor. Y tienes el potencial de ofrecer valor a los demás.
Yo lo creo. ¿Tú también?